MARCHA DEL 23A: LO QUE VA DE UN AÑO AL OTRO

Fecha de publicación: 24 abril, 2025

Buenos Aires, 24 de abril de 2025.

Las portadas de los diarios argentinos del 24 de abril de 2024 reflejaron la importancia de la Marcha Universitaria que se había desarrollado el día anterior, con epicentro en la ciudad de Buenos Aires y réplicas en muchas ciudades del interior del país, particularmente aquellas que son sede de alguna Universidad Nacional.

Las crónicas hicieron hincapié en la excelente conducta de los participantes que, aunque la presencia policial fue mínima, no generaron ni un solo episodio de violencia. Los mensajes fueron respetuosos y enfocados en la defensa de la Universidad Nacional, con sus características esenciales de ser pública, gratuita y de calidad.

Así lo expresaron estudiantes, docentes y no docentes de las Universidades Nacionales a través de las respectivas instituciones sindicales que los agrupan, en un clima de integración, de fe y, fundamentalmente, de esperanza.

A un año de aquella fecha, más allá de las noticias principales, relacionadas con el paso del Papa Francisco a la inmortalidad, encontramos en los diarios información de una marcha frente al Congreso de la Nación que congregó a jubilados, organizaciones sociales y trabajadores – entre ellos docentes universitarios – afectados por la sostenida pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos. La marcha fue custodiada por efectivos de Gendarmería, Prefectura y Policía Aeronáutica, a pesar de lo cual se registraron hechos de violencia y detenciones.

¿Qué pasó en lo que va de un año al otro?

Los problemas universitarios no se solucionaron y, por el contrario, se agravaron y se está volviendo crítica la situación social; baste decir que la venta de alimentos en los supermercados de la Ciudad de Buenos Aires disminuyó en un 20% y que el consumo de carne bovina bajó de 53,3 a 44, 8 Kg por habitante por año.

Sin embargo más allá del deterioro material, lo que se nota es un clima de desintegración, de desconfianza y, fundamentalmente, de desesperanza.

Esperemos que quienes no oyeron el respetuoso reclamo de 2024, ni parecen oír los pedidos de auxilio de 2025, sepan actuar antes que la desesperanza se convierta en desesperación.

Norberto Emilio HEYACA

Secretario General FAGDUT